¿Qué significa ser Voluntari@ del Guerrero de Gredos? Escrito por una Voluntaria

¿Qué significa ser Voluntari@ del Guerrero de Gredos? Escrito por una Voluntaria

Sólo van dos ediciones y el Trail El Guerrero de Gredos es ya una pasión, una cita imperdonable en el calendario. No corro, no compito pero… ¡soy voluntaria! 

Muchos no lo entienden, te preguntan  ¿por qué? ¿Qué necesidad tienes de hacer todo eso a cambio de nada? ¿A cambio de nada? A todos los que no entendéis esta pasión os diré que es algo que te engancha, algo que apasiona y que disfrutas. Da  igual madrugar, caminar hasta la cima a destajo para tener todo previsto antes del pistoletazo de salida, da igual pasar horas al sol, no importa quedarte sin voz a cambio de dar fuerza y aliento a todos esos valientes que se aventuran a participar y consiguen alcanzar lo más alto. 

Porque formas parte de algo, de algo grande, de algo importante, formas parte de una familia que se creó para ayudarse y apoyarse, formas parte de Candeleda y, todo ese amor por lo tuyo, por tu tierra, por tu gente, por tu familia y por el deporte, satisface y, no os podéis imaginar cuánto. Sólo hay que vivirlo para sentirlo.

 Porque no sólo me apasiona la montaña y, soy feliz cuando veo cómo otros vienen y disfrutan tanto como yo, también siento esa pasión por mi pueblo, donde crecí, dónde está todo lo que más aprecio y donde estos locos aventureros que tengo por familia, por paisanos, por amigos… quisieron crear algo grande.

¡Y lo han conseguido! Han creado algo muy grande. En Candeleda tenemos un tesoro muy valioso, que brilla a kilómetros de distancia, que te engancha y te deja un hueco en el corazón que, vayas donde vayas lo llevas contigo, un tesoro que por muy lejos que estés, tiene ese efecto imán que siempre te atrae y hace que vuelvas, ese tesoro es GREDOS. Gracias a este Trail los candeledanos podemos compartir nuestro tesoro, mostrar su belleza e impresionar a todas esas personas cuya pasión es correr y, no les vale cualquier cosa para ello, necesitan correr y deleitar el sentido de la vista. Nosotros les queremos dar lo mejor que tenemos, les queremos acoger y mostrar que estamos encantados con su visita.

 Ser voluntario es inexplicable sólo disfrutándolo y viviéndolo podréis comprenderme. Ese momento en el que ves llegar a la cima al primer corredor y se te disparan las pulsaciones, la adrenalina… ese momento en el que comienzas a saltar, gritar, animar, ayudar… (sin olvidarte de realizar tu tarea) y no paras de hacerlo hasta que pasa el último de ellos, el más valiente, el que más tiempo pasará en la montaña. Sé que todos ellos llevarán grabado en su retina nuestros paisajes, sé que todos ellos necesitan nuestro aliento, nuestro ánimo, nuestra fuerza. Porque no hay nada más satisfactorio que disfrutar corriendo y, saber que no estás solo, que desde el día anterior cuentas con voluntarios allá por donde vayas, los voluntarios somos una familia. Familia que se vuelca con todos los corredores, que, desde que llegan hasta que se van están acompañados y arropados por nosotros, porque les sentimos como miembros, son esos familiares a los que pasas tiempo sin ver y, necesitas darles lo mejor.

Entre todos nos ayudamos, apoyamos y coordinamos. Además, contamos con un gran despliegue de comunicación que nos lo facilita. Unimos fuerzas para arropar, cuidar, mimar, acompañar y dejar a los corredores y sus acompañantes con una sonrisa de satisfacción y ganas de volver.

 He hablado de la experiencia en mi puesto, en la montaña, pero el resto del equipo realiza labores  sin las cuales nada de esto sería posible. Y no me refiero sólo al “gran día”, hay mucho trabajo detrás de todo.

Todos compartimos la misma ilusión, dar aliento y fuerza a los corredores. Y lo hacemos con una sonrisa enorme. Satisface ver cómo una simple sonrisa sirve para darles el último empujón a la meta. Por eso nos dejamos la piel, y  nos entusiasma ver llegar a todos y cada uno de ellos, sentimos una ilusión tremenda porque lo han conseguido, porque han luchado, porque han llegado o simplemente porque lo han intentado. La sonrisa del corredor es nuestra moneda de cambio.

 Voluntarios son también todos los candeledanos que, sin vestir la camiseta animan, apoyan y acogen. La voluntaria principal es Candeleda.

Y no olvidemos al “Staff”, esas personas que creyeron en este Trail, que lucharon por él y que están ahí los 365 días del año.

 Ver a todos los corredores y sus acompañantes sonreír, agradecer, disfrutar, y querer volver antes de haber terminado. Disfrutar, reírnos, divertirnos y sentirnos parte de algo. Eso es ser voluntario.

Escrito por Laura Garro Familiar Voluntaria de El Guerrero de Gredos

 

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